Suiza establece en su Constitución la enseñanza de la música

La obligatoriedad estatal pretende mejorar los estándares de la educación musical de manera gratuita por los centros docentes, con el fin de permitir que cualquier niño o joven, independientemente de su situación económica, pueda desarrollar habilidades musicales.

Desde hace muchos años, países como Suiza y Noruega se han posicionado en la vanguardia de la educación infantil.

Sus premisas, basadas en la equidad e igualdad, buscan que sus habitantes no sólo tengan el óptimo desarrollo psicocognitivo, también una vida emocional plena y saludable.

Por ejemplo, en Noruega imparten educación sexual desde los primeros años de la escolaridad con el fin de prevenir tanto cualquier tipo de abuso (físico, psicológico o sexual) entre los sexos; mientras que en Suiza se fomenta el aprendizaje de las artes como parte de la educación oficial infantil.

Así como existe un especial enfoque en materias de ciencia, tecnología y deporte para el desarrollo psicocognitivo para el éxito profesional y adquisitivo, la educación para las artes y la sexualidad pretende fomentar el cuidado psicoemocional para el bienestar global de los niños y adultos.

Por esta razón, Suiza ha establecido derecho constitucional para el aprendizaje de la música y el canto.

Gracias a que el 72,7 por ciento de la población suiza aprobó un plebiscito que modificó la Constitución Nacional con el fin de añadir música y canto como materias obligatorias en nivel primaria y secundaria:

Los Directores Cantonales de Educación deberán definir el nivel nacional de las habilidades que deberán alcanzar los estudiantes en materia musical, del mismo modo que existen parámetros para las matemáticas o la literatura, por ejemplo.

La obligatoriedad estatal pretende mejorar los estándares de la educación musical de manera gratuita por los centros docentes, con el fin de permitir que cualquier niño o joven, independientemente de su situación económica, pueda desarrollar habilidades musicales.

Ante un mundo que menosprecia la salud emocional, la expresión artística pretende convertirse en una vía de una vida plena y saludable.

Por ello es indispensable considerar al arte no como un lujo, un item en una lista de deseos o adquisiciones, sino un estilo de vida que se goza a diario para el bienestar global.