Mi alma está triste

Tengo que aprovechar el todavía presente tiempo de Cuaresma para poner también música específica para la Semana Santa ya que en esos días no dará tiempo de ponerlo todo (y es mucho, muchísimo).

La de hoy es de este tipo, y de otro debutante por aquí.

Hoy te traigo un maestro importante y curioso donde los haya.

Se trata de Carlo Gesualdo, Príncipe de Venosa y Conde de Conza (c1561-1613), maestro italiano que es posible que naciese en Nápoles.

Llegó a componer con un lenguaje cromático tan avanzado que casi no aparecería más hasta el siglo XIX.

Además de noble, compositor y laudista Gesualdo era… ¡asesino! Mató a su esposa y al amante de esta.

Se casó con Eleonora d’Este y se estableció en Ferrara.

Publicó cinco libros de madrigales, con una armonía y un cromatismo tan desconcertantes como soberbios, tan singulares para su época que no solo lo sitúan en un lugar especial sino que hace de los intérpretes que cantan sus obras unos privilegiados.

La obra de Gesualdo es bella, sombría y melancólica… única.

Hoy te traigo el responsorio Tristis est anima mea, a 6 voces.

Es un responsorio para el primer nocturno del Jueves Santo. Como sabes, de las distintas partes del oficio de maitines (oficio de tinieblas), algunas se ponían en música que son las que se conocen como «Lecciones de Tinieblas».

Fue publicado en 1611.

La obra de Gesualdo sobresale por su intenso cromatismo y por una polifonía que es compleja tanto por dicho cromatismo como por su propia estructura a seis voces.

Es una obra poco conocida pero que, sin dudarlo, te recomiendo que bucees todo lo que puedas en la intesa obra de Don Carlo Gesualdo, el compositor-asesino y algo loco.

La partitura de la pieza la tienes aquí.

The King’s Singers

Escrito por Pepe Gallardo – blogs.periodistadigital.com