El grupo Trobada graba las músicas del tiempo de Joan Cabanilles

La formación dirigida por F. Valldecabres recupera la grandeza del siglo de oro de la música valenciana.

«Si quieres hacer música barroca, vivir en Valencia te proporciona una gran ventaja, afirmó Francesc Valldecabres, porque el Barroco valenciano es de una trascendencia internacional y poseemos un patrimonio de incalcuble valor estético y todavía por recuperar en su totalidad». De esta manera, el director del grupo Música Trobada dejaba bien claro cuáles son los principios fundacionales de esta joven formación, integrada por músicos jóvenes, comprometida con la música antigua. Música Trobada es un proyecto participativo para «compartir con otros músicos jóvenes en un buen ambiente de trabajo un proyecto abierto e innovador».
Tras dos años de intensa labor, la primera cosecha tangible ha sido un disco dedicado al gran maestro de Algemesí Joan Cabanilles (1644-1712) en el 300 aniversario de su muerte.

Presentado en el Club Diario Levante el pasado miércoles, el CD Joan Cabanilles, la música d´un temps «refleja la grandeza del siglo de oro de la música valenciana», afirmó la directora-gerente del Institut Valencià de la Música. Para Immaculada Tomàs, el primer trabajo discográfico de Música Trobada «es emocionante y ya constituye una referencia obligada».

Gracias a la gran red de redes de la época constituida por las catedrales, con sus maestros y sus capillas musicales, repartidas por toda Europa, la bella, exquisita y original polifonía de Joan Cabanilles llegó a los oídos de Johann Sebastian Bach, quien mostró gran admiración.

El disco, editado por el sello valenciano Assisi Producciones, que estuvo representado por Juan Peris, recoge algunos de los pentagramas religiosos más valiosos del organista de la Catedral de Valencia durante 45 años, pero también música culta de compositores coétanos del maestro y popular de la época.

«Con Joan Cabanilles, la música d´un temps, explicó Valldecabres, queríamos contar una historia mezclando músicas de diversos estilos: la historia de Valencia mediante la música que se hacía y se escuchaba en el período que vivió Cabanilles». De ahí que el disco recoja composiciones de Vicent Rodríguez, Pere Rabassa, Josep Pradas o Gaspar Sanz.

Con una pieza de origen popular de este último —Les Paradetes—, cantada por Pep Gimeno «Botifarra», se inicia la historia de un reino que cambió drásticamente al paso de un siglo —1650-1750—, «marcado por la Guerra de Sucesión y grandes cambios sociales y culturales que sufrieron los valencianos: el paso de reino a provincia, un crecimiento económico, demográfico y agrícola muy importante o el establecimiento de gustos culturales de influencias foráneas».

El musicólogo Jordi Reig reivindicó que «si había que estudiar Cabanilles y su tiempo, en el tiempo de Cabanilles no sólo estaba su música y la de sus predecesores y sucesores: sonaba otra música que era morfológicamente bastante diferente. Y esa había que buscarla en las clases menos favorecidas; no en la nobleza ni en el clero, sino en el pueblo llano».

El director del Orfeón Universitario de Valencia, Francesc Valldecabres, que vive entre Valencia y Holanda por motivos profesionales, trasladó al público la perplejidad de los holandeses, grandes cultivadores de la música antigua, ante la gran cantidad y calidad de nuestro patromonio musical y por el hecho de que todavía no esté recuperado en su totalidad.

La presentación finalizó con la interpretación de tres piezas del disco por las sopranos Pilar Moral y Patricia Llorens, el guitarrista Robert Cases y el violinista Enric Llorens.

Escrito por: JOSEP LLUÍS GALIANA VALENCIA ­en levante-emv.com