Confirma, oh Dios, esta obra

Confirma, oh Dios, esta obra

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¡Feliz viernes!

El próximo domingo es la solemnidad de Pentecostés con la que se pone fin a la Pascua.

Se trata de un día muy importante ya que es el día del Espíritu.

Jesús sube al cielo pero nos deja el Espíritu Santo, del que procede la vida.

Por tanto, he decidido terminar la semana con música relacionada con este día tan fundamental para la Iglesia.

El maestro que viene hoy ha aparecido por aquí alguna que otra vez y aún sigue maravillándonos con su música.

¿Te apetece volver a él?

Nos visita otra vez Jacobus Gallus (1550-1591), maestro esloveno nacido probablemente en Ribnica.

Su apellido pudo ser Petelin, que significa gallo; de ahí que se latinizara como Gallus o germanizara como Handl, apellido por el que también es conocido.

Era un compositor muy respetado tanto por su música religiosa como por la secular, siendo muy compleja, cromática y disonante.

En 1565 fue enviado a Austria y fue empleado por varios monasterios, viviendo durante algún tiempo en la abadía de Melk.

En 1574 era cantor de la capilla de Maximiliano II.

Terminó sus días como cantor de una iglesia de Praga y allí dio grandes muestras de sus conocimientos literarios.

Compuso casi cuatrocientos motetes para todo el año litúrgico y en ellos muestra influencia de la escuela neerlandesa.

Los ritmos que usa son muy sutiles y sus texturas bastante complejas, a veces plagadas de cánones.

También recurre a las síncopas y otros artificios pero en ningún momento mostrándose vacuo ya que sus obras son de una belleza muy especial.

Uno de esos motetes es el ofertorio para el día de Pentecostés titulado Confirma hoc Deus, a cuatro voces.

Se trata de una bella prueba de cómo el maestro usaba el estilo imitativo.

En una sola escucha no nos da tiempo a apreciar sus características dado la brevedad de la pieza.

Las cuatro voces comienzan en canon de una forma espectacular y en todo momento se mantiene esa textura sobria pero a la vez luminosa que es tan característica del maestro.

El broche final de la pieza lo ponen esos rutilantes aleluyas que aportan toda la alegría pascual a la composición.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí.

La interpretación es del Coro de Hombres de Houston.

1 Comentario sobre “Confirma, oh Dios, esta obra”

  1. Antonio Castillo Algarra dice:

    Maravilloso. Gracias.

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