Julio es Música Antigua en Gijón

El Festival de Música Antigua de Gijón lleva realizando una importante labor desde su creación hace 16 años: la de divulgar un periodo tan amplio como interesante de la historia del arte, y lo ha hecho haciendo disfrutar al público permitiendo que éste descubriera nuevos ámbitos de la belleza y nuevas estéticas que siendo antiguas, o muy antiguas, estaban alejadas del divertimento colectivo por puro desconocimiento.

Ahora toca una nueva edición y va siendo cada vez más difícil encontrar espacios sonoros inéditos en Gijón, pero alguno hemos hallado: sonará un melólogo, efímera forma musical que tuvo cierto éxito en el último cuarto del siglo XVIII español y que combina poesía y música; también podremos oír un instrumento rigurosamente contemporáneo al melólogo e igual de poco cultivado en la actualidad, la guitarra de 6 órdenes.

El programa se completa con otras músicas de ese siglo especialmente fascinante para la música que es el XVIII, con dos visiones muy diferentes, una en clave de jazz con Andreas Prittwitz y su orquesta y otra en manos de la vitalidad de Forma Antiqva.

La programación de conciertos se completa y complementa con un monográfico de renacimiento español.

En esta edición el concurso se dedicará a la voz humana siempre tan repleta de emociones, siempre tan unida a nuestro ámbito histórico, y los concursantes tendrán en su mano llevarnos a un lado u otro de ese extenso periodo de la música antigua.

En la parte formativa el Festival seguirá complementando al FEMAG, en esta ocasión con dos aspectos complementarios, uno práctico que versará sobre la práctica orquestal en el XVIII, y otro teórico de diversas especialidades, con la inclusión de un curso de verano organizado por la Universidad de Oviedo.

Trataremos de unir todos estos mimbres con un poco de divulgación y contaremos con un coloquio sobre la guitarra de 6 órdenes, desentrañando las audacias de sus constructores, su repertorio y también las causas de su corta existencia. Además, cada concierto será precedido de un breve comentario que pretende facilitar el encuentro y la conexión entre público, música y músicos.

No es fácil asumir la responsabilidad de dirigir un festival de música antigua cuando los dos nombres que te preceden no son personas sino personalidades, y tienen la solvencia, la fuerza y el amor por la música que han demostrado Carlos González y Aarón Zapico, quizá por eso había que tenerlos cerca y aquí estarán como parte muy importante de una programación que, en su conjunto, está pensada con cariño para un público cada vez más entendido, cada vez más sensible, cada vez más cariñoso con el Festival.

Manuel Paz, dirección artística