El Erotismo en Juan del Encina

El Erotismo en Juan del Encina

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El Cancionero de Palacio (Madrid, Biblioteca Real, MS II – 1335), llamado a veces Cancionero Musical de Palacio (CMP) y también conocido como Cancionero de Barbieri, es un manuscrito español que contiene música del Renacimiento.

Las obras que posee están recopiladas durante un periodo de unos cuarenta años, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del XVI, tiempo que coincide aproximadamente con el reinado de los Reyes Católicos.

Alojado en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, el Cancionero de Palacio (1474-1516), reúne más de cuatrocientas composiciones de diversos autores amén de un buen número de otros innominados. Juan del Encina (1468 – 1529) -poeta, dramaturgo y músico salmantino- destaca por encima de los demás con unas sesenta obras.

El Cancionero constituye una antología de la canción polifónica que se pudo escuchar durante el reinado de los Reyes Católicos.

De hecho, la corte de Isabel y Fernando se convirtió en centro de la actividad musical, y atrajo a muchos instrumentistas y compositores en su mayoría españoles.

No hay que pensar por ello que estas canciones se escuchaban exclusivamente en la corte.

Diversidad de escenarios e instrumentación, según disponibilidad y contexto, estaban probablemente a la orden del día.

Bastaría con las canciones de Juan del Encina para hacernos cargo de las preferencias y preocupaciones de los círculos que frecuentó, gracias a su extraordinario talento artístico; no en vano se trata de la figura literaria y musical más representativa del primer Renacimiento español.

Encina escribió sobre todo villancicos y romances, los dos géneros de moda en su época, el primero de carácter lírico y con estribillo y el segundo de carácter narrativo y sin él.

Algunas de sus composiciones son cantos a los placeres de la vida, poniéndolos en boca de personas rústicas, y retratando así la forma de hacer y de expresarse de este tipo de personajes, en ocasiones con el máximo realismo.

En su poesía no faltan las alusiones sexuales, en ocasiones más cerca de la pornografía que del erotismo, debido a la utilización de ése lenguaje directo y explícito, como podemos observar en «¡Cucú, cucú, cucucú!» donde se dan consejos a los maridos para no «encornudar»; y sobre todo en el precioso villancico «¿Si habrá en este baldrés?», donde se nos cuenta la historia de tres jóvenes desinhibidas.

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¡Cucú, cucú, cucucú! (CMP 94) / ¿Si habrá en este baldrés? (CMP 179) – Juan del Encina (1468 – 1529).
(«Cancionero de Palacio» – S. XV/XVI).

Intérprete: Hespérion XX – Director: Jordi Savall.
Imágenes: Pinturas Renacentistas.


LETRA: [¡Cucú, cucú, cucucú!] (CMP 94)

¡Cucú, cucú, cucucú!
Guarda no lo sea tú.

Compadre, debes saber
que la más buena mujer,
rabia siempre por joder.
Harta bien la tuya tú.

Compadre, has de guardar,
para nunca encornudar;
si tu mujer sale a mear,
sal junto con ella tú.

LETRA: [¿Si habrá en este baldrés?] (CMP 179)

¿Si habrá en este baldrés
mangas para todas tres?

Tres moças d’aquesta villa,
tres moças d’aquesta villa,
desollavan una pija
para mangas a todas tres.

Tres moças d’aqueste barrio,
tres moças d’aqueste barrio
desollavan un carajo
para mangas a todas tres.

Desollavan una pija,
desollavan una pija,
y faltóles una tira
para mangas a todas tres.

Y faltóles una tira,
y faltóles una tira.
La una a buscalla yva
para mangas a todas tres.

Y faltóles un pedaço,
y faltóles un pedaço.
La una yva a buscallo
para mangas a todas tres.

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King’s Singers – Madrigal History Tour – ¡Cucú, cucú, cucucú!


El villancico «Cucú, cucucú», inicia imitando el sonido que hace un ave y que aquí parece que alerta a los cornudos. Cita la filóloga Margit Frenk: «Cucú es la voz i canto del cuclillo repetida, i tiénela el vulgo tomada por cornudo, i para notar d’ello a uno, dizen cucú, por lo que alude al ‘cuerno’ que es su comienzo» (Frenk 1987: 881-3).

En el Diccionario de símbolos, se señala que el pájaro, como el pez, era en su origen un símbolo fálico.

Respecto al villancico»¿Si habrá en este baldrés?»: Según el diccionario de uso de María Moliner, pija y carajo son dos formas vulgares para referirse al pene; y baldrés (ant.) m. = baldés, es decir, una piel de oveja muy suave empleada principalmente para guantes (en este caso para hacer consoladores).

Escribía el poeta y novelista francés Pierre Loüys en su “Manual de urbanidad para jovencitas” (1926), que una jovencita nunca debe decir «Tengo doce consoladores en mi cómoda” sino que debe decir “Nunca me aburro sola.” Pues bien, en este villancico, Juan del Encina nos cuenta la historia de tres muchachas que nunca se aburrían solas.

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Pedro, i bien te quiero – Juan del Encina (1468 – 1529).
(«Cancionero Musical de Palacio», S. XV/XVI).

Intérprete: PRO MVSICA ANTIQVA


LETRA:

-Pedro, i bien te quiero,
maguera vaquero.

-Has tan bien baylado,
corrido y luchado,
que m’ has namorado,
y de amores muero.

-A la fe, nuestr’ama,
ya suena mi fama,
y aún pues, en la cama
soy muy más artero.

-No sé qué te diga.
Tu amor me fatiga;
tenme por amiga,
sé mi compañero.

-Soy en todo presto,
mañoso y dispuesto,
y en ver vuestro gesto
mucho más me esmero.

-Quiero que me quieras,
pues por mí te esmeras.
Tengamos de veras
amor verdadero.

-Nuestr’ama señora,
yo nací en buen ora.
Ya soy desde agora
vuestro por entero.

«Pedro, i bien te quiero», es un villancico de temática pastoril cargado de alusiones sexuales, cuyo lenguaje directo queda reflejado en la sencillez de la música, que emplea sólo siete acordes.

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FATA LA PARTE – Juan del Encina (1468 – 1529).
(«Cancionero Musical de Palacio», S. XV/XVI).


LETRA: (CMP 421)

Fata la parte
tutt’ ogni cal,
qu’ es morta la muller
de miçer Cotal.

Porque l’ hai trovato
con un españolo
en su casa solo,
luego l’ hai maçato.
Lui se l’ ha escapato
por forsa y por arte.

Fata la parte
tutt’ ogni cal,
qu’ es morta la muller
de miçer Cotal.

Restava diciendo,
porque l’ hovo visto,
¡o válasme Cristo!,
el dedo mordiendo,
gridando y piangendo:
– ¡Españoleto, guarte!

Fata la parte
tutt’ ogni cal,
qu’ es morta la muller
de miçer Cotal.

¡Guarda si te pillo,
don españoleto!
Supra del mi leto
te faró un martillo,
tal que en escrevillo
piangeran le carte.

Fata la parte
tutt’ ogni cal,
qu’ es morta la muller
de miçer Cotal.

– Miçer mi compare,
gracia della e de ti.
– Lasa fare a mi
y non te curare.
– Assai mal me pare
lui encornudarte.

Fata la parte
tutt’ ogni cal,
qu’ es morta la muller
de miçer Cotal.

«Fata la parte» es un villancico de carácter popular con doble sentido compuesto por Juan del Encina. El tema central del villancico es la infidelidad de una esposa y su trágico final, a pesar de lo cual destaca cierta comicidad a través del tono chismoso y burlesco de la obra.

Este villancico se conoció gracias al Cancionero Musical de Palacio descubierto en 1870 en la entonces Biblioteca del Real Palacio de Madrid, y publicado en 1890 por Francisco Asenjo Barbieri dentro de su Cancionero Musical de los siglos XV y XVI. Está escrito en italiano pero con muchos castellanismos.

En la «Tábula» del Cancionero Musical de Palacio (CMP) fue clasificado como «estrambote», nombre por el cuál fueron designadas todas las piezas en lengua extranjera. El propio Barbieri dice al respecto: «conservo la misma escritura que en el original tiene esta canción picaresca de lenguaje chapurreado, medio español y medio italiano».

La sinopsis del villancico sería: Un mensajero se dirige a un grupo de oyentes desconocido pidiendo que todos guarden silencio (tutt’ ogni cal) y anuncia la trágica noticia: Miçer Cotal ha descubierto en su casa in fraganti a su mujer y a su amante español, a ella la mata y el amante consigue huir «por forsa y por arte» (pies para que os quiero).

El vengativo Cotal se queda enojadísimo y frustrado, mordiéndose los nudillos y gritando: Cuida que no te agarre don españolito (¡Guarda si te pillo, don españoleto!), porque piensa someterlo en el propio lecho donde se consumó el engaño, a tal tortura y martirio, que incluso quien se encargue de describir el suceso en el futuro, llorará al hacerlo (Supra del mi leto te faró un martillo, tal que en escrevillo piangeran le carte).

Finalmente, un compadre se dirige a miçer Cotal tratando de consolarlo: «muy mal me ha parecido que él te encornudara» (Assai mal me pare lui encornudarte), en fin, ¡para animar están los amigos!.

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Enlaces:

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_del_Encina
http://es.wikipedia.org/wiki/Cancionero_de_Palacio
http://www.alia-vox.com/

3 Comentarios sobre “El Erotismo en Juan del Encina”

  1. Manu Furry Librarian dice:

    Simplemente genial

  2. James Louder dice:

    How beautiful, how naughty, how evocative is the music of this most worldly priest!

  3. PABLO HERAS dice:

    Respecto a la obra «Cucú, cucú», esta onomatopeya no se debe tanto a que el cuclillo sea símbolo, como pájaro, de algo erótico cuanto a que en francés «cocu» significa «cornudo». Evidentemente la palabra tiene relación onomatopéyica con el canto del cuclillo, pero en la canción no se cita pájaro alguno.

    Respecto a Fata la parte, cuya letra está escrita en italiano macarrónico, posiblemente Juan del Encina supiera lo sucedido con Bartolomeo Tromboncino, contemporáneo suyo, que en 1499 asesinó a su esposa al encontrarla en la cama con otro, posiblemente un español. De ahí el uso jocoso del italiano, en referencia a Tromboncino.

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